sábado, 16 de junio de 2007

VISIÓN DE MARIATEGUI SOBRE LA LITERATURA PERUANA


Por: Pablo La Madrid Vivar


José Carlos Mariátegui, pensador y ensayista interpretó al Perú en sus 7 Ensayos de la Realidad Peruana, uno de esos ensayos lo dedica a la literatura peruana: El Proceso de la Literatura
Mariátegui, fue un socialista convicto y confeso su fe socialista está presente en todos sus ensayos y la literatura no es la excepción. El mismo así lo afirma “Declaro, sin escrúpulo que traigo a la exégesis literaria todas mis pasiones e ideas políticas”, al mismo tiempo agrega “Pero esto no quiere decir que considere el fenómeno literario o artístico desde puntos de vista extraestéticos, sino que mi concepción estética se unimisma, en la intimidad de mi conciencia, con mis concepciones morales, políticas y religiosas”. Por lo que en la visión literaria de Mariátegui está presente el panorama histórico político la que se nutre con su gusto estético, que al integrarse nos muestra un pensamiento literario agudo, lúcido y crítico. Podríamos afirmar que crea un método integrador para analizar y comentar aspectos literarios. Miguel Ángel Rodríguez Rea sostiene: “Mariátegui constituye el momento más lúcido de la crítica y los estudios literarios en el Perú, pues señala dialécticamente las etapas de avance sustancial de nuestra literatura. Su método, que consiste en contrastar el desarrollo social con el desarrollo artístico, logra poner al descubierto la urdimbre histórico-social de la literatura en el Perú”.
El cubano Medardo Vitier, al estudiar la literatura peruana en los 7 ensayos de Mariátegui opina: “Una de las provechosas lecciones de esta sección del libro (se refiere a lo 7 ensayos) es la del estudio de la literatura con visión integral, esto es, no exclusivamente estética. Esto lo ha subrayado Américo Castro en el pensamiento de Cervantes. Observa la superficialidad de las historias de la literatura española con las otras zonas de la cultura (…). La obra de Castro es de 1925. Los ensayos de Mariátegui aparecen en 1928. ¿Conocía el libro del notable profesor español?. No lo creo. Además el párrafo en que Mariátegui fija ese método viene precedido de innumeras ideas similares, no ya declaradas, sino aplicadas, como procedimiento habitual. Ese modo de estudiar una literatura forma atmósfera en el libro de este gran peruano”.
Para Mariátegui la literatura nacional de los pueblos comienza con el idioma y la escritura: “La literatura española, como la italiana y la francesa, comienzan con los primeros cantos y relatos escritos en esas lenguas (…) pero la literatura nacional de dichos pueblos latinos nace, históricamente, con el idioma nacional, que es el primer elemento de demarcación de los confines generales de una literatura”. Y posteriormente agrega: “La civilización autóctona no llegó a la escritura y, por ende, no llegó propia y estrictamente a la literatura (…). La escritura y la gramática quechuas son en su origen obra española”. Estamos de acuerdo en que la escritura es un aporte occidental que ha ayudado mucho en el desarrollo de nuestra cultura, pero hasta que punto la oralidad es literatura o por lo menos se la considera como tal, a nuestro entender la literatura de un pueblo se inicia con las manifestaciones orales. El poeta y crítico literario cerreño Luís Pajuelo Frías en su apreciación sobre la oralidad literaria en Pasco manifiesta: “Antes de la escritura, el hombre (…) creó imágenes que dieron orden a su mundo y, como resultado, construyó su conciencia. Estas imágenes mentales, elaboradas con lenguaje oral, conmovieron su ser a partir del sentido auditivo y estimularon su imaginación”. Y si miramos el espejo de la historia veremos que las grandes civilizaciones del mundo construyeron su literatura teniendo como base los mitos y leyendas que fueron narradas en forma oral, verbigracia La Iliada y La Odisea. En todo caso que se entienda que la oralidad y la escritura son caras de una misma moneda llamada literatura.
Mariátegui, se equivocó al no considerar a la tradición oral como parte esencial de nuestra creación literaria. Nos parece que Mariátegui, no le da el valor real a la oralidad quechua porque dentro de su oralidad no produjo creaciones literarias de gran estima, ni el drama Ollantay (posiblemente por su ambigüedad genesiaca), para el Amauta tiene valor, pero ¿qué hubiera pasado si la cultura autóctona en su oralidad hubiera producido joyas literarias como los cantos homéricos? ¿Cuál habría sido la opinión del Amauta al respecto?.
Cuando Mariátegui interpreta y comenta nuestra literatura colonial manifiesta claramente que es de irrenunciable filiación española, que no es peruana, razón no le faltaba; tal lucidez es un acierto del Amauta, también acierta cuando enjuicia críticamente a literatos como Eguren, Vallejo, Melgar, González Prada y otros. Empero también comete algunos desaciertos, como lo afirma David Sobrevilla, (en el prólogo que hace al libro de Miguel Ángel Rodríguez Rea): “ Son evidentes sus grandes aciertos al juzgar a algunos autores (como Vallejo o a Eguren) y movimientos (como el indigenismo) así como sus errores al sobre valorar a ciertas figuras (Hidalgo, Guillén, Magda Portal, Spelucín)” . En cuanto al indigenismo diremos que se equivocó al sostener que la literatura indigenista peruana es el preludio del gran cambio social en el Perú. El indigenismo sirvió más para mostrar la condición del indio, fue un movimiento radiográfico, mas no de solución (a pesar de los esfuerzos de Arguedas). Desde la apreciación de Mariátegui, ha llovido mucho sobre el desierto literario peruano, lluvia que ha generado un corpus literario con características propias, sin embargo ello no significa que tengamos una literatura con una actitud definida como peruana, lo que nuestra literatura ha logrado es generar caracteríticas y rasgos expresivos de una literatura nacional, lo que aún falta es forjar una literatura con una actitud auténticamente peruana, que nos afirmaría como nación.
Sus diversos estudios, comentarios e interpretaciones que abarcaron varias materias, estas elucubraciones (por cierto difícil), seguramente no le permitieron seguir desarrollando su magistral apreciación literaria, que no solamente se centró en los escritores peruanos, sino también enjuició con mucho acierto a muchos literatos del orbe. Y no es exageración afirmar que Mariátegui, peruanizó la crítica literaria peruana. Miguel Ángel Rodríguez Rea dice: “El método dialéctico que Mariátegui emplea para ‘procesar’ la literatura peruana, significa una apertura fértil para las evaluaciones presentes y futuras de nuestro desarrollo literario. El aspecto social, - que él hace un punto importante de referencia – es una contribución fundamental en la medida que integra la multiplicidad de factores que hacen posible la creación de una obra literaria. Es meritorio este aporte de Mariátegui, si se tiene en cuenta su condición de esfuerzo solitario, ya que no existen antecedentes en la crítica ni en los estudios literarios del Perú, inclusive Hispanoamérica”.
Su perspicacia literaria y cultural muy enjundiosa se enmarca dentro de un método histórico que permitió organizar nuestra literatura y por ende comienza a sistematizarla; además abre el sendero contemporáneo de la crítica literaria en el Perú, para que otros críticos posteriores a él profundicen nuestra literatura con mayores elementos de juicio y con mejores apreciaciones. Ricardo González Vigil manifiesta: “Es cierto que otros críticos lo vencen en erudición, en rigor metodológico o en sutileza para analizar los recursos verbales, pero difícilmente pueden equipararse con él en la hondura de su interpretación”. Su testimonio tiene mucha relevancia, por lo que su voz es un punto de referencia para cualquier comentarista. No podemos soslayar al Mariátegui literato, etapa a la que él denominó ‘su edad de piedra’, Mariátegui como poeta escribió estos y otros versos:
La voz de Schopenhauer adoctrinó doliente
a mi alma que ha perdido la ilusión de la vida,
y que sigue, sonámbula, una ruta inclemente,
con los pasos inciertos, y sangrante la herida.

Y a decir de Ricardo González Vigil, La novela y la vida, de Mariátegui, parece adelantar la prosa del Borges de Historia universal de la infamia. El verso y la prosa de Mariátegui merecen otro capítulo aparte.




BIBLIOGRAFIA
GONZÁLEZ VIGIL, Ricardo. 1994. Mensaje del Amauta Vigencia Cultural. En Suplemento Dominical Diario El Comercio Nº 23 año XLI. Pág. XVI, Lima

MARIÁTEGUI, José Carlos. 1986. 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, Lima. Editorial Minerva.

PAJUELO FRÍAS, Luís. 2006. Oralidad Literaria En Pasco. En Estribo de Plata, Revista de Cultura y Artes Nº 8. Pág. 2, Cerro de Pasco. Amarilys editora

RODRÍGUEZ REA, Miguel Ángel. 2002. La Literatura Peruana en Debate: 1905-1928, Lima. Editorial UNMSM

WIESSE, María. 1985. José Carlos Mariátegui, Lima. Editorial Minerva.



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